25. Paso a paso


“Paso a paso” nos vuelve a llevar a la revelación que nos ha sido dicha en el quinceavo ejercicio “Aoum”: la de nuestro papel de transmisor de las energías del cielo a la Tierra, y de la Tierra al cielo.

Cuando tenemos las piernas abiertas, somos positivos con respecto a la Tierra, y le comunicamos, con la punta de los pies, la corriente solar que nos atraviesa. Cuando nuestras piernas están unidas, es la corriente terrestre, captada por los talones, la que se manifiesta y se eleva hacia el sol.

Durante este largo ejercicio, trabajamos en desarrollar nuestra sensibilidad a las dos corrientes que nos atraviesan. Los movimientos inducen a una rápida alternancia. Os indico aquí una manera de hacerlos que, como a mí, puede seros útil.

Al principio, cuando la pierna derecha es activa, me concentro únicamente sobre la corriente solar: toco la tierra con delicadeza, amor, respeto; estoy feliz de transmitirle esta corriente de vida tan intensa, cálida, luminosa. Cuando la pierna izquierda actúa, me concentro en la corriente ascendente, que me atraviesa cuando las dos piernas están unidas; imagino que se eleva hacia el cielo la adoración de la tierra, su deseo de serle agradable, de servirle, de ofrecerle sus frutos nacidos de su unión. Después, cuando la sensación de las dos corrientes está bien establecida, consigo eventualmente sentirles alternar como lo indican los movimientos. Danzado de esta manera, “Paso a paso” no os parecerá ni monótono, ni demasiado largo; al contrario, os llenará de vida y de alegría.

Podemos preguntarnos por qué este ejercicio no sigue inmediatamente a “Aoum”. ¿Qué ha ocurrido a lo largo de la decena de etapas que los separa? Una cosa muy importante: hemos desarrollado y establecido en nosotros mismos un grado de vida superior. Y es esto justamente lo que nos permite jugar nuestro papel, lo que nos hace capaces de recibir y dar, de captar y transmitir energías preciosas.

Hablando de “Aoum” he hecho referencia a la cadena de los seres vivos, a la vida que circula a través de ellos, desde las entidades sublimes hasta las más diminutas criaturas, para después volver a subir hasta las más altas esferas. Quisiera otra vez citar estas palabras del Maestro: “Nunca debemos olvidar que nuestros estados interiores no sólo nos conciernen a nosotros mismos sino que influencian también a los demás. Aunque no lo sentáis muy claramente, estáis en relación con todos los miembros de vuestra familia, de la sociedad, y incluso más allá, con todos los seres de la naturaleza. Todo lo que vivís se refleja sobre estos seres a los cuales estáis unidos; si avanzáis, ellos también avanzan, y si empezáis a ensombreceros, a periclitar, ellos sufren por vuestra causa influencias nefastas. Entonces, ¿queréis ser útiles, ayudar a toda la humanidad, incluso a los animales, las plantas, los árboles? Procurad hacer vuestra vida cada vez más espiritual, ya que sutilmente, imperceptiblemente, arrastráis a toda la creación hacia las alturas, atraéis bendiciones sobre todos los seres.”

Por esta razón es por lo que teníamos que alcanzar la vida amplia y bella de la individualidad, por lo que tenemos que mantenerla a toda costa: ¡somos responsables de muchos seres!

El Maestro Peter Deunov ha creado “Paso a paso” para que nos volvamos más conscientes de nuestro papel. Nos ha dado “Bello día” para que mantengamos nuestro equilibrio. Más tarde añadirá “De buena mañana” para que salvaguardemos nuestra paz interior.

Después del vuelo del alma que hemos conocido en “Estamos contentos”, estos movimientos parecen bastante prosaicos… Pero en tanto que vivimos sobre la Tierra, debemos esforzarnos en nuestras tareas cotidianas. Estamos aquí para permitir al espíritu penetrar la materia… Es bueno haber disfrutado de las alegrías celestiales: así sabemos lo que hay que realizar sobre la Tierra. Y cuanto más vivamos una vida intensa, mejor realizaremos nuestro papel, puesto que uno no puede transmitir lo que previamente no ha adquirido. Así nos vamos convirtiendo en obreros cada vez más capaces y eficaces.