Testimonios


Algunas palabras acerca del maestro y la enseñanza

“El filósofo más grande del mundo es hoy Peter Deunov”.

Papa Juan XXIII, cuando era nuncio apostólico en Bulgaria, como Cardenal Roncalli, antes de la Segunda Guerra Mundial

“Todo el mundo se inclina ante mí. Y yo me inclino ante el Maestro búlgaro Peter Deunov.”

Albert Einstein, en una entrevista en la radio francesa

“… La Enseñanza del Maestro Omraam Mikhaël Aïvanhov es de una amplitud excepcional y de una excepcional elevación. Responde a la pregunta que nos planteamos sin cesar: cómo vivir.

Lo que hasta ahora todos los grandes escritores y pensadores no han querido tener en cuenta, se trata aquí: cómo comer, cómo respirar, cómo dormir, cómo lavarse, cómo mirar, cómo escuchar música, cómo meditar, cómo desarrollar nuestra imaginación, nuestra voluntad, cómo traer hijos al mundo, cómo educarles, cómo amar, cómo utilizar todas nuestras energías y acrecentarlas, cómo reforzarnos y regenerarnos captando los rayos de Sol por la mañana, cómo desarrollar nuestra sensibilidad con el contacto con la Naturaleza, cómo respetar todo lo que está vivo y entrar en relación con las regiones superiores de nuestro ser…

El Maestro no se ha olvidado de nada para lograr poner en nuestras propias manos las llaves de nuestro futuro. Nos da explicaciones filosóficas profundas pero siempre de una gran sencillez, y, al mismo tiempo, nos propone ejercicios, prácticas, métodos, que no sobrecargan nuestra vida cotidiana, sino que, al contrario, penetran en lo concreto, en lo vivo de nuestra existencia para permitirnos dominarla y embellecerla. Todos estos métodos nos enseñan a trabajar con las fuerzas de la naturaleza, con el objetivo de mejorarnos, de escapar a las angustias y a las oscuridades de la vida, de liberarnos sin perjudicar a ninguna criatura; en definitiva, de ayudar a todos los hombres…”

Agnés Leibowicz: “Omraam Mikhaël Aïvanhov, el Maestro de la Gran Fraternidad Blanca Universal”, Ediciones Prosveta.

“La gran pasión de Omraam Mikhaël Aïvanhov fue siempre la de encender los corazones y los espíritus. Decía a veces que deseaba ser un Prometeo capaz de robar el fuego del Cielo para dárselo a los humanos. Su camino personal era el camino de la Luz, y toda su Enseñanza estaba centrada en este elemento esencial para la vida que él definía como la mejor representación de Dios para los seres humanos. Explicaba cómo podíamos servirnos de la luz para transformarnos y llegar a ser tan radiantes como el Sol.”

“Uno de los aspectos más importantes de la tarea de Omraam Mikhaël Aïvanhov en la Tierra fue el de poner las bases de una auténtica fraternidad universal. Toda su vida habló de entendimiento fraternal, de compartir y de paz. Toda su vida trató de llevar a la gente a la comprensión de una cosa esencial: la paz sólo puede realizarse en una fraternidad real entre todos los humanos. Debe empezar en los corazones para propagarse después a las familias y a los diversos países del mundo entero.”

“Sus métodos son prácticos, realistas, eficaces. Explica cómo purificarse para recibir las energías superiores, cómo transformar el mal en bien, cómo ponerse en diapasón con los poderosos mundos invisibles que contienen todas las fuerzas del cosmos, cómo armonizarse con los cuatro elementos de la naturaleza y hacer un trabajo creador sirviéndose de su poder.

Sus perspectivas sobre el mundo del amor y de la sexualidad, sus reflexiones sobre las grandes leyes de la moral cósmica, sobre la verdadera pureza, que consiste en tener el corazón puro como el cristal, sobre el yoga del Sol y de la nutrición, o bien sobre cómo la madre puede llegar a formar hijos excepcionales, todo es nuevo y vivificante. Y estas enseñanzas son transmitidas con la perspectiva de preparar una verdadera Edad de Oro para la humanidad.”

“Atento a los acontecimientos de su tiempo, explica a los jóvenes cómo pueden transformarse ellos mismos antes de pensar en transformar una sociedad que les decepciona. No ha olvidado su propia juventud, llena de energías burbujeantes y de búsquedas apasionadas. Como Peter Deunov le dijo un día, es el mayor demoledor de las ideas carcomidas, pero, al mismo tiempo, conoce la importancia de orientar las energías de la juventud hacia la vida y no hacia la violencia y la muerte. Mencionando un día ciertos acontecimientos contestatarios organizados por los jóvenes, como el de los hippies en los Estados Unidos –que habían escogido como símbolo un gesto de paz y de amor- afirma que éstos habían buscado instintivamente la fraternidad universal y que se trataba de manifestaciones de Acuario.

Sin embargo, aunque comprende a los jóvenes, no trata de hacerles las cosas más fáciles. Les da, más bien, los medios de canalizar y concretizar sus energías y sus aspiraciones. Consciente de su insatisfacción profunda, les llama a reconocer que la verdadera fuerza se encuentra en ellos mismos, en su capacidad de dominarse, de mostrarse nobles y grandes. Les anima a adaptarse a las exigencias de la sociedad para llegar a ser capaces de transformarla desde el interior; les habla de las leyes inmutables que existen entre las causas y las consecuencias.

Con palabras imaginativas, les explica las leyes de la moral cósmica: en primer lugar la ley de grabación, gracias a la cual la naturaleza conserva en su memoria todo lo que se produce en el mundo; en segundo lugar, la ley de la agricultura, que determina los resultados del trabajo de los seres humanos, porque éstos sólo pueden cosechar lo que han sembrado; finalmente, la ley del eco, que les devuelve siempre las palabras que pronuncian: “Os detesto” ó “Os amo”. Las mismas correspondencias se repiten en un plano superior: los pensamientos negativos que los hombres dejan escapar les atraen cosas nocivas que acaban envenenándoles. De la misma forma que todo se graba en la naturaleza, sus emociones se imprimen en su propia memoria y siguen influenciándoles, torturándoles o dándoles alegría. De ahí se deriva la importancia para todos los seres humanos de adoptar un comportamiento capaz de crear en ellos mismos nuevas grabaciones, nuevos clichés.”

Louise-Marie Frenette: “La vida de un Maestro en Occidente”, Editorial Nous.

“Hay raros momentos en nuestra vida en los que el descubrimiento de un libro particular, de una enseñanza, o de palabras de sabiduría, nos deja estupefactos y en un estado de maravilla, de gratitud y de gozo. Sabemos, de inmediato, que acabamos de descubrir un inestimable tesoro. En el momento en que estamos en su presencia, captamos su resplandor, percibimos inmediatamente la transformación que opera en nosotros. Esto es lo que yo he sentido cuando he descubierto la obra del notable maestro espiritual búlgaro Omraam Mikhaël Aïvanhov.

La historia abunda en relatos consagrados a maestros espirituales. Independientemente de las verdades que estos instructores revelaron, pocos de ellos marcaron la vida de la gente o del mundo en general. ¿Por qué, entonces, algunos de ellos tienen un poder transformador tal? Que una enseñanza espiritual retenga nuestra atención, o no, depende, claro está, de nuestra apertura de espíritu, pero también de otros factores. No basta con que la enseñanza sea verídica; debe estar de acuerdo, no sólo con la sabiduría antigua, sino también con los desarrollos más recientes del conocimiento. Debe ser pertinente, oportuna y realizable. Por encima de todo, la enseñanza debe, de una manera o de otra, responder a las necesidades actuales y tocar en nosotros una cuerda sensible. Si, en un momento dado, se cumplen estas condiciones, puede producirse un efecto mágico: nosotros, y el mundo que nos rodea, podemos ser transformados”.

Doctor Larry Dossey: Extracto del prefacio del libro de Feuerstein “El Misterio de la luz”.