Ser conscientes y abrirse con amor


"La mayoría de los humanos tienen con respecto al Sol la misma actitud que con respecto al alimento. No se preocupan de su forma de comer. Incluso se pasan la comida hablando, gesticulando, peleándose, y piensan que el organismo se encargará de recibir y de seleccionar los elementos necesarios para su buen funcionamiento. Y es verdad, el organismo se encarga de eso; pero, lo que no saben, es que el alimento contiene unas fuerzas y unos elementos sutiles venidos del espacio que únicamente una nutrición consciente nos puede permitir recibirlos. Estos elementos, que pertenecen al plano etérico, al plano astral, e incluso al plano mental, pueden ayudarnos a mejorar nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, y todo nuestro comportamiento. Sí, pero, una vez más, sólo si sabemos comer correctamente.

Y eso es exactamente también lo que se produce cuando asistimos a la salida de Sol. Si estáis sentados ahí, delante del Sol, ocupados en pensar en otra cosa, recibiréis siempre algunos beneficios físicos de su calor y de su luz, pero no recibiréis los elementos más sutiles que pueden ayudaros en vuestra evolución espiritual. Siendo consciente de que, a través de sus rayos, el Sol le transmite su vida, su amor, su sabiduría, su belleza, el discípulo se prepara a recibirlos, abre en sí mismo miles de puertas por las que estos rayos pueden entrar a depositar sus tesoros, y, de esta manera, llena todo su ser con los regalos que le envía el Sol."

Omraam Mikhaël Aïvanhov