12. Saltar


En este ejercicio, nos inclinamos cinco veces orientados hacia el centro del círculo. Ya conocéis el simbolismo del círculo y de su punto central: unidad y multiplicidad, espíritu y materia, principio masculino y principio femenino… Este centro está allí, aunque invisible, como una poderosa columna de fuego.

Es delante del gran Principio creador en el que nosotros, sus criaturas, nos inclinamos en señal de infinito respeto y agradecimiento. Nuestro salto de alegría le ofrece nuestra gratitud y nuestro amor. La Madre Divina nos lleva en su seno, y es Ella quien nos enseña, con su ejemplo, la sumisión voluntaria, alegre e inteligente al Padre Celestial.