9 y 10. Purificación y volar


¡Qué trabajo nos han propuesto los primeros movimientos! Ahora bien, toda actividad es combustión, deja escorias, impurezas de las cuales hay que deshacerse. Existen numerosos métodos de purificación. El que utiliza el noveno ejercicio es la purificación a través del pensamiento, con la palabra viva. La vida intensa que deriva del pensamiento puro limpia todo nuestro ser como al paso de un río sutil y poderoso.”El soplo, es la palabra” decía el Maestro P. Deunov. El movimiento de los brazos nos indica que esta luz se esparce sobre nosotros, que impregna y purifica nuestra aura.

Es interesante notar esto: el noveno movimiento se danza sobre la música del primero. Se utiliza la misma melodía para evocar el despertar de una nueva idea sublime y de la purificación con el pensamiento. Es el espíritu quien modela la materia y la santifica.

Ya os he dicho qué cargada de dinamismo está esta frase musical tan simple. De nuevo, le sigue la melodía del segundo ejercicio, que esta vez sostiene los gestos de “volar”. Las vibraciones de la luz penetran en nosotros, nos levantan y permiten nuestro vuelo hacia la nueva vida. Con su intensidad, preparan las mejores condiciones en nosotros, después se propagan al infinito, persiguiendo su acción renovadora sobre los seres con quienes estamos relacionados.

Los diez primeros ejercicios se siguen sin interrupción. Forman un todo. Son una preparación. Es la primera etapa por la cual pasan todos los discípulos. Por eso están tan cerca de nuestra vida cotidiana, son tan ricos de sentido y de ejemplos vivos.

La sublime idea de la vida universal, de la vida para el Todo, es comparable a una semilla. Desde el momento en que comienza a germinar, se libera de las envolturas que la mantenían prisionera. A través de sus raíces se nutre de tierra y de agua, sus hojas captan la luz, y se lanza hacia el cielo con un grito de alegría.

Estos diez movimientos son como una concepción, una gestación y después un nacimiento, con la purificación necesaria, toda envuelta de luz y de ternura. Ahora el niño ha nacido a la nueva vida. Va a dar sus primeros pasos, crecer, aprender sus leyes y convertirse en un adulto.