Las actividades manuales

Actuar para el bien común (Extracto de conferencia)

Sólo encontraréis verdadera alegría en la alegría que aportáis a los demás. Por eso os invito a participar en esta vida magnífica que queremos crear aquí. Observad a los hermanos y hermanas que trabajan en la cocina: son felices porque nos preparan cada día suculentas comidas; nos dan ejemplo. Pero cada uno de vosotros puede encontrar también algo que hacer en los cultivos de hortalizas y flores, en el arreglo y mantenimiento de los edificios, la limpieza de las avenidas y caminos. Hay trabajo en todas partes y para todo el mundo. Lo que hacéis así por los demás, lo hacéis también por vosotros mismos, porque aquí vivís en una colectividad. En el alma humana se produce una gran revolución el día en el que se interesa por lo que también es útil y benéfico para los demás.

Cuanto más trabajéis para una colectividad, mayor será vuestra grandeza. Nadie podrá disminuir el valor de lo que hacéis. Estéis donde estéis, al trabajar para la colectividad, os conviertís en un colaborador de Dios mismo.

La utilidad de la actividad física (Extracto de las Obras Completas – Tomo 6)

Debéis comprender que el trabajo físico es indispensable para la evolución de cada cual. Incluso si nadie os obliga a ello, os debéis obligar vosotros mismos a hacerlo, porque, si no, esto se reflejará de forma muy nociva sobre vuestra salud, en el sistema muscular, en la sangre…

Con el pretexto de sentirse bien, la gente no hace ningún esfuerzo; pero es este bienestar ilusorio, precisamente, el que induce a error a toda la humanidad. Si tan sólo supieran la utilidad de la actividad física para la salud e incluso para la iluminación de la consciencia, harían todo lo posible, incluso cuando están solos en sus casas, por tener algo que limpiar, lavar, ordenar. El plano material es un taller de trabajo en el que nos ejercitamos para ser capaces de llevar a cabo un trabajo espiritual.

La utilidad de la actividad física (Extracto de las Obras Completas – Tomo 19)

Las transformaciones del movimiento en calor y en luz (y de la luz en calor y en movimiento) son particularmente conocidas y explicadas en Física. Sólo los espiritualistas perezosos no las conocen y se contentan con meditar, reflexionar, hablar, sin que nada de estas actividades se transforme en sentimientos o en actos.